viernes, 20 de junio de 2014

El Síndrome de Burnout y el orden sistémico

Los profesionales dedicados a prestar servicios asistenciales (en enfermería, trabajado social, auxiliares de enfermería, fisioterapia, medicina, etc.) y que trabajan en una empresa por cuenta ajena (hospitales, residencias, clínicas, centros de salud, etc.) son candidatos a padecer el Síndrome del Burnout, o de “estar quemado”, en español. Las organizaciones que contratan a dichos profesionales, olvidan muchas veces hacer una buena prevención con sus trabajadores y a medio plazo sufren las consecuencias: las bajas laborales y las pérdidas económicas que les suponen y, como una bola de nieve, los problemas a partir de aquí continúan…

Por suerte para las empresas que son conscientes de la probabilidad de que este hecho ocurra, obligan a sus trabajadores, como una norma más laboral, a asistir a cursos y talleres que les ofrecen un respiro y un espacio para reponer fuerzas y seguir después con el día a día. Saben que la mejor inversión, sus trabajadores, está garantizada.

En Encuentros con Conciencia abordamos el mal del Síndrome del Burnout.

Lo hacemos añadiendo la perspectiva de los órdenes sistémicos del creador de las Constelaciones Familiares, Bert Hellinger, que incluye además, unas necesidades básicas que deben ser atendidas para el buen funcionamiento de cualquier sistema humano :
-          Necesidad de vinculación
-          Necesidad de mantener el equilibrio entre dar y tomar
-          Necesidad de encontrar seguridad en conveniencias sociales que hacen posible nuestras relaciones.

En el mundo de la empresa estas necesidades si no son cubiertas, los miembros del sistema, en este caso los profesionales de la salud, son susceptibles de padecer el Síndrome de Burnout.

A continuación, vamos a exponer, brevemente, en qué consiste la cobertura de dichas necesidades y cómo suceden en la práctica diaria.

Necesidad de vinculación
También se llama la necesidad de pertenencia a un grupo, significa sentirse identificado con la empresa mediante el vínculo que sea: fijo-estatutario, interino, contratado (por meses, días, horas…). Lógicamente, a mayor  vínculo, mayor compromiso con la empresa.

Necesidad de mantener el equilibrio entre dar y tomar
En toda relación existe un intercambio que permite y hace que dicha relación se mantenga y crezca. Un ejemplo común es la relación laboral: ofrezco mi trabajo a cambio de dinero, ofrezco cambio de una guardia por otra, etc. Si estos cambios no están equilibrados, los trabajadores se sienten explotados y no aguantarán mucho tiempo este tipo de situaciones.

Necesidad de encontrar seguridad en conveniencias sociales que nos protegen.
Es muy importante el respaldo institucional y  sentir que, cara a la sociedad, el sistema se responsabiliza de los trabajadores, los reconoce y los respeta. Igual pasa con los sindicatos o con los colegios oficiales, están para asegurar, mediante unos convenios escritos, que hay una ley de protección. Esto crea una seguridad laboral que influye en el bienestar personal y de la empresa.
           
Bueno, es mucho más…en la entrada sobre Calidad Humana y en los links hay más para los interesados y para los más comprometidos, en nuestros Encuentros con Conciencia.

            

No hay comentarios:

Publicar un comentario