jueves, 28 de agosto de 2014

La fidelidad que enferma

Una de las dinámicas que se ven con frecuencia en el trabajo sistémico de Constelaciones Familiares es cuando los niños, inconscientemente, siguen de manera ciega el destino de sus padres. Interiormente sale de su corazón “te sigo hasta el final”. Y entregan su vida. Una posible consecuencia común de esta fatídica  promesa, que se materializa en la vida cotidiana, es la enfermedad.

Estos días está ingresado en el hospital donde trabajo, Jaime, un adolescente de quince años. Termina su última sesión de quimioterapia. Ha sido muy afortunado. Su enfermedad ha remitido, gracias al equipo médico y a su familia. Él, como la mayoría de los hijos, hizo esa promesa con un alto coste: cáncer . Así se vió en su Constelación, su representante decía fielmente al padre: “ lo hago por ti, aunque me cueste la vida”.


La psicología infantil genera “pensamientos mágicos”. Así llama Bert Hellinger a algunas actitudes de los niños con sus padres . Creen que con todo el amor que tienen hacia sus progenitores, los pueden liberar de enfermedades, de su destino o de la vejez, y ello tiene unas consecuencias fatales, como le ocurrió a Jaime.

He elegido un texto sobre “El amor consciente” de terapeuta alemán, que clarifica más esta idea:

“Sacar a la luz el amor del hijo es, frecuentemente, todo lo que puede y debe hacer un terapeuta que conoce la envergadura de ese amor. Cualquiera que sea la carga que haya tomado sobre sí por este amor, el hijo tiene la seguridad de estar siguiendo fielmente a su conciencia, sintiéndose noble y bueno.
…Así pues, las metas del amor infantil y los medios para alcanzarlas son desengañados en cuanto salen a la luz, ya que forman parte de un concepto mágico del mundo que resulta insostenible ante el conocimiento del adulto. El amor, sin embargo, perdura. Una vez descubierto, el mismo amor que en otros momentos llevaba a la enfermedad, ahora se une al conocimiento para buscar otra solución, solución consciente, neutralizando así las influencias enfermizas donde aún sea posible…”
“Felicidad Dual. Bert Hellinger y su psicoterapia sistémica” G. Weber. Ed. Herder

Le damos la enhorabuena a la familia de Jaime, por haberse atrevido a ir más allá de lo que la enfermedad muestra, el dolor, con la constelación familiar. 

Y  a Jaime, porque con sus quince años ha crecido su comprensión y ahora puede salir de su corazón otra promesa de amor más grande: “me permito tomar la vida” 

Lo mejor para ti con esta canción


jueves, 21 de agosto de 2014

Cuando ayudar hace daño

Parecería que el título de esta entrada de hoy no fuera correcto, ya que en principio, nos han educado para estar al servicio del que lo necesita, al precio que sea. Aunque también están los que se salen de la norma y no dan, por más que se lo pidan por compasión. 

Y sí, desde luego en los dos casos extremos, es preferible dar de esa forma desmesurada que no dar nada. Pero sin ser tan drásticos, también está la buena ayuda, esa que se presta cuando, en primer lugar, uno se encuentra bien de salud (muchos dadores y cuidadores, rebasan el límite de sus dolencias y se terminan de poner enfermos causando lo último que desearían: ser una carga para los suyos) Después hay que esperar a que, directa o indirectamente, nos pidan la ayuda (no darla porque nosotros “sentimos” que tenemos que hacerlo) En tercer lugar, ser conscientes de que no somos los salvadores de nadie, que nuestra ayuda puede servir, ser a veces insuficiente para los demás o incluso ser dañina porque no la han pedido. En caso contrario estamos rebasando la barrera del otro, no respetando su momento vital e irrumpiendo donde no hemos sido invitados, y todo en nombre del amor, con creencias tipo “lo hago porque te quiero”. Y el que recibe la ayuda, con este prefacio, se calla para no “molestar” al ayudador, aumentando su malestar.

Ayudar es un arte. En Encuentros con conciencia practicamos los tipos de ayuda con profesionales , familiares y cuidadores informales, en nuestros talleres.
Bert Hellinger  lo describe así :

“El primer orden de la ayuda significa, por tanto, que uno sólo da lo que tiene, y solo espera y toma lo que realmente necesita… esta ayuda es humilde; muchas veces, ante determinadas expectativas , o también ante el dolor, renuncia a ayudar.
…El segundo orden de la ayuda significa, por tanto, que uno se somete a las circunstancias, y sólo interviene hasta donde ellas lo permitan. Esta ayuda se contiene y tiene fuerza.
El desorden en la ayuda sería aquí negar o tapar las circunstancias en lugar de afrontarlas junto con la persona que busca ayuda. La pretensión de ayudar en contra de estas circunstancias debilita tanto al ayudador como a la persona que espera la ayuda. Lo mismo le ocurre a la persona a quien se le ofrece la ayuda, e incluso a quien se ve obligado a aceptarla.”
“Los órdenes de la ayuda” Bert Hellinger. Editorial Alma Lépik. Buenos Aires 2006

Lo dicho, todo un arte que incluye romper antiguas creencias, crear nuevos hábitos y tener mucha humildad… os sugerimos, a los interesados en el tema, la lectura del citado libro, que tambien sirve para las relaciones de pareja.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Armonía y equilibrio

El principio universal, “lo que es arriba es abajo, lo que es dentro es fuera” es seguido desde tiempos milenarios por los países de Oriente. Una de las ventajas de este tiempo que nos toca vivir, con la globalización, es que el Este y el Oeste del Planeta se van entre mezclando cada vez más, y las culturas se van enriqueciendo con las diferentes aportaciones.
Sin duda, lo exterior se gesta dentro de uno mismo, pero también es cierto que si modificamos nuestro espacio exterior, si creamos armonía en nuestras casas, con objetos afines a nosotros, los colores que nos gustan, manteniendo el orden sin acumular lo que no sirve y conservando amistades que nos aportan alegría y bienestar, también posibilitamos, nuestro equilibrio interno.
A modo de resumen y sintetizando mucho, este ha sido el mensaje que aprendimos en Encuentros con conciencia en el taller de Feng-Shui que nos impartió nuestro amigo Santi García Rey. Formamos un animado grupo interesado en armonizar su vida con esta técnica. Algunos pensaban al principio, que se trataba de comprar objetos para la casa o el despacho de trabajo, tipo fetiche, para atraer dinero. Pero eso no es Feng-Shui. Con Santi pudimos aprender cómo en realidad, si somos conscientes del espacio exterior, lo podemos aprovechar en nuestro propio beneficio para restaurar la armonía interior, ya que demasiadas cosas enturbian nuestro estado natural: ruidos, desorden (los trasteros, los armarios, las alacenas…), cosas caducas (ropa que no usamos, comida, aparatos electrónicos, libros…), lenguaje negativo, personas tóxicas en nuestra vida, emociones de miedo, ira, etc. Todo ello nos desestabiliza y lo peor de todo, es que corremos el riesgo de acostumbrarnos a ello y creer que “es normal, porque es lo que hay” o lo posponemos para un eterno “mañana lo hago” que nunca llegará.. Y así nos instalamos en la zona de confort de la incomodidad. Gran peligro para nuestro desarrollo personal.
Este taller ha sido un recordatorio de nuestra armonía interior y cómo, al estar en contacto con ella, creándola en el exterior, nos volvemos a reconectar con el fluir natural de la vida.

Muchas gracias a todos por participar y a Santi por pasarnos esta valiosa información que nos hace más fácil el camino.

Os dejamos con una palabra inspiradora del máximo fluir: la confianza. Feliz fin de semana!
Fuente: El circo

miércoles, 6 de agosto de 2014

Naturaleza y orden sistémico

Mucho antes de que los hombres y mujeres habitáramos la Tierra, ésta llevaba tiempo existiendo... Fue después, la mente humana , que decidió “hacerla suya” y creer de manera irrisoria, que el hombre es acogedor y dueño del planeta, cuando la realidad es que, muy lejos de eso, y para nuestro descanso, el ser humano es el acogido y el que es cuidado generosamente por él. A cambio, sea dicho de paso, tal actitud arrogante, lleva a los hombres y mujeres, a no respetar el espacio en el que viven y no se dan cuenta de que no son dueños sino usufructuarios del mismo. Osea, no tienen derecho a modificar ni mucho menos destruir, lo que se les dejó por un tiempo limitado.

Los animales por su parte, al no tener mente humana y permanecer en su esencia, sin contaminarse de falsas creencias, nos siguen regalando los beneficios de tenerlos con nosotros.
Fuente: Wolfwatcher

Hoy, Encuentros con conciencia quiere compartir una reflexión acerca de la Naturaleza y el orden sistémico a propósito de nuestro libro Los animales nos hablan.
El verano se presta a tener más contacto directo con el mar, el sol, las plantas, los animales…, todo ello, como decía antes, muy anterior a nosotros. Uno de los principios en Constelaciones Familiares es respetar el orden de llegada en los sistemas, tanto en las familias, donde están antes los padres que los hijos y los hijos mayores antes que los pequeños, en las empresas, donde los trabajadores adquieren derechos por antigüedad,  y en general, en cualquier grupo humano. La Naturaleza posee su propia etología que rige el buen funcionamiento de sus miembros y el fluir armónico de la vida. Es solamente cuando esto no se respeta, que las cosas van mal. Con respecto a las mascotas, se les suele utilizar muchas veces como encubridores de nuestros miedos, o con frecuencia los colocamos en un lugar privilegiado en la familia, por encima de las personas. O cuando dejan de ser útiles o han cumplido el capricho del dueño, porque era “un regalo de cumpleaños para el niño”, se abandonan…

Afortunadamente, siguen estando aquí, permaneciendo pacientes a nuestro lado, a la suerte que nosotros queramos: se entregan en las terapias, siendo guías para los ciegos… ejemplos vivos que no se cuestionan el porqué y el para qué de la vida, sólo viven…
Hemos tenido el privilegio de supervisar los casos de psicoterapia asistida con animales de Isabel Salama y ha sido impresionante, lo que llegan a sentir. Os invitamos a conocer los resultados.


Si queréis adquirir el libro, sin gastos de envío, nos lo hacéis saber en nuestro correo : encuentrosiconciencia@gmail.com     Gracias!

sábado, 2 de agosto de 2014

El valor de ser diferente

Alrededor de las diferencias se mueve una paradoja. Por un lado están en auge cuando se refieren a la innovación, el arte, la moda… a los creadores de tales diferencias se les permite ser distintos del resto y, lejos de marginarlos, tienen un valor añadido en el mercado por incentivar las marcas, el consumismo, el salirse de lo vulgar y corriente,… a ellos la sociedad les da un buen lugar y les acoge independientemente de su raza, condición social, etc.
No ocurre así con el resto. Me refiero a las personas que han tenido y todavía tienen que pagar con su propia vida ser diferentes de los demás, bien por su color de piel, religión, ideas políticas, sexo, etc. Por desgracia, seguimos viviendo crueles guerras en todo el planeta por estas causas.
Pero sin ir tan lejos, en general, lo diferente no gusta. Hace poco me decía una amiga en la playa que su hijo de nueve años si no se apuntaba en el equipo de fútbol se quedaba sin amigos. ”No le gusta, pero más duro es quedarse solo” me decía la madre. Este es un mero ejemplo cotidiano de cómo, por adaptarnos al medio muchas veces corremos el riesgo de perdernos a nosotros mismos.
Sistémicamente, el precio de separar, ocultar, o no querer ver lo que no gusta es también muy alto. Incluye cargas intergeneracionales y así, de bisabuelos a abuelos, de padres a hijos, se van pasando las deudas con los marginados.


Encuentros con conciencia aborda el tema de nuevo, con una bonita ilustración de Jorge del Corral, dando luz y color a una entrañable historia de una gaviota, que por ser diferente a las demás y por amor a su familia los tuvo que dejar. El derecho a la pertenencia es una condición clave de toda convivencia y la infancia es la etapa idónea para inculcar el mejor de los valores para aceptar lo diferente.
Este es el tercer cuento de la trilogía para niños con la pedagogía de Bert  Hellinger, editado por Sieteleguas,  y al igual que los anteriores,  los beneficios de su venta los cedemos a la asociación Xuntos de Pontevedra para el síndrome de Down. Gracias por colaborar!