Los valores humanos han estado presentes en el Congreso de
Calidad y Seguridad que se ha celebrado en Santiago de Compostela la semana
pasada. Encuentros con conciencia ha participado con dos comunicaciones
sobre los beneficios del Programa de
Autoayuda (PROAA) en los dolores de cabeza, y en las mujeres embarazadas con
riesgo de exclusión social (ésta la expuso de manera exquisita el Dr. Juan
Vázquez)
Aprovechando la ocasión, las dejamos a disposición de los
gestores de salud, que allí estaban, por si consideran, en un futuro, la
posibilidad de extender estos trabajos a toda la población.
El lema de este año era “Ética, valores y derechos: componentes
de calidad”, lo que situaba al Congreso en un nivel central del ser humano,
conectando la práctica de la gestión sanitaria con la epistemología, que
siempre da sentido al buen hacer, sea lo que quiera que hagamos.
Hubo muy buenas
comunicaciones por parte de los participantes, y también pósters. Desde aquí
les damos la enhorabuena a todos y a cada uno. Porque en ciencia, lo que no se
escribe no existe, y recoger con cifras y comparar resultados, lleva tiempo y
esfuerzo.
La conferencia ofrecida por Mercedes Carreras,
la presidenta de la Sociedad Gallega de Calidad Asistencial, nos recordó, a
través del arte, la importancia del buen gobierno, donde había que reconocer al
ciudadano como protagonista, como sujeto proactivo de su salud. Para ello,
había que ofrecerle los servicios del sistema sanitario “a la carta”, bien
claros y transparentes, para que él mismo pudiera elegir, en base de sus
necesidades, gustos y preferencias, lo más adecuado.
El reto, según nos dijo, es que los bebés que hoy nazcan, se
encuentren con un sistema de salud dentro de veinte años, bien diferente.
Ensambló su objetivo con la pintura de los hermanos
Lorenzetti, del siglo XIV, donde se atrevieron a plasmar en un precioso lienzo,
la comparación entre un buen gobierno y un mal gobierno. Unos valientes para su
época.
Con esta alegoría nos quedó a todos los asistentes, algo muy
claro: nos unimos por un buen gobierno. Para ello urge que los ciudadanos tomen
las riendas de sus vidas, de su trabajo, de su salud, cada uno con su
responsabilidad, dejando atrás paternalismos y esperando que sean “los otros
quienes les cuiden y se lo den todo hecho” Nadie les dará desde fuera lo que no se permiten
desde dentro: ser autores de su vida. Con la misma premura, los profesionales
tendremos que ofrecer eficacia y eficiencia para que esto sea posible, y
sobretodo desde la humildad, porque hoy somos profesionales y mañana somos pacientes.
El diseño para propiciarlo, según explicó Pilar Farjas, está
a punto de acabarse.
Es tiempo de nuevos comienzos.
Esperamos con ilusión!
