Hay
muchas maneras de viajar y muy diferentes viajes.
Yo
acabo de llegar de un safari. Como siempre, después de tantos días,
40+1, me cuesta “aterrizar” a lo cotidiano. No porque hubiera
desatendido mis quehaceres diarios, sino porque eramos un grupo y
todos los días compartíamos “las dificultades de atravesar la
selva” Ahora al regresar de semejante aventura, me siento más
fuerte, con una visión renovada de las cosas. Y sí, me costará
unos días adaptarme sin ellos.
La
verdad, hubo momentos de desconcierto -la guía en quien confiábamos
la ruta se puso enferma- pero enseguida se solucionó gracias a una
compañera que venía desde California, que ya había estado en la
selva y se ofreció voluntaria dos días. Después, cuando volvió la
nuestra, nos solidarizamos con su proceso de recuperación y durante
una semana estuvimos en silencio. Menuda experiencia! Sólo hablaba
ella, porque claro, necesitábamos orientación en medio de semejante
caos.
El
paisaje estaba lleno de belleza, hay que reconocerlo, era pura
belleza: cataratas, mariposas monarca, ríos, fuentes, SUSTENTO POR
DOQUIER..., pero al estar dentro, había que lidiar con los monitos, que tenían que costumbre de cuchichearnos al oído, los mosquitos
y lo más peligroso: las serpientes. A éstas eran a las que más
teníamos miedo.
Sin
embargo, los diez últimos días disfrutamos tanto, que incluso los
aparentes peligros dejaron de serlo; los llegamos a sortear de tal
manera, que pudimos conectar con todos los animales. La guía sabía
que las serpientes no eran venenosas. Nos lo dijo el último día,
cuando ya las teníamos domesticadas. Nos reímos mucho.
También
adquirimos destreza por la noche, en la oscuridad de la selva. No
quedaba otra! Para no perdernos, poníamos ATENCIÓN en la LUZ de
las linternas que nos colgaban del cuello, a la altura del CORAZÓN ,
así nos hacíamos de referencia unos a otros.
Descubrimos
también la ABUNDANCIA y lo importante que es MANTENER LA CONCIENCIA
de esta REALIDAD.
Este
verano está siendo muy interesante.
Desde
aquí, un ABRAZO GRANDE a mis compañeras y compañeros del safari
junio-julio 2015 y a nuestra guía, que por momentos se camuflaba con
nosotros y se dejaba guiar...por cierto, está organizando otro viaje
virtual en agosto.