Martín tiene tres años. Este año irá por primera vez al colegio, irá a enseñar. Solo necesita aprender a manejarse con las reglas del juego de la vida: leer, escribir, sumar, restar, etc. Imprescindible, sin duda. Pero él ya sabe lo más importante. Por ahora quienes se benefician de su sabiduría innata son sus padres y las personas más cercanas. A mí me toca de manera indirecta, cuando me cuentan lo que dice y/o hace.Sus padres son profesionales y empresarios. Mantener su negocio tuvo un alto coste, no de dinero pero sí de tiempo. Se dedicaban a trabajar y después a trabajar. Su hijo veía a sus padres y sentía su agotamiento los fines de semana. Ellos mismos se vieron de pronto siendo compañeros de trabajo, socios, amigos y padres. El espacio para ellos como pareja se había difuminado. Saltó una alerta que afortunadamente escucharon. Gran regalo para Martín.
Carlos
y Eva , acostumbrados a su eficacia y excelencia profesional,
centraron su atención en ellos , hicieron un “reset “en toda
regla de su relación de pareja. Entonces, pudieron planificar su
tiempo para trabajar, para disfrutar, para jugar con su hijo y no
perderse sus valiosas lecciones. Antes de sus vacaciones estivales,
habían realizado un viaje “ a sí mismos” que les sirvió para
tomar consciencia de donde estaban realmente y lo qué querían,
además de seguir juntos. Así que este verano fue diferente de los
demás. Martín está todavía más alegre. Su padre me cuenta que el
otro día, iban los dos en el coche y él le dió una lección de las
más importantes:El
niño iba detrás viendo un vídeo de los pitufos, que estaban yendo
de un lado para otro sin parar, realizando muchas tareas. Carlos, su
padre, conduciendo. El dice “ Papá, quiero una cosa. Le voy a
escribir una carta al ratoncito Pérez” . ” Muy bien, ¿qué le
vas a pedir?” le contestó intrigado.“Le
voy a pedir que mamá y tú no volváis a tener prisa, porque las
prisas no hacen feliz a la gente y estos pitufos tampoco podrán ser
felices porque también tienen mucha prisa. Ahora que no tenéis
prisa somos todos más felices”Así
son las niñas y niños que comienzan el cole. Gran reto el de los
educadores cultivar estas perlas de sabiduría en medio del marco
educativo actual.
Cuando
los padres de Martín le dijeron que en septiembre iba a ir al
colegio, dijo “ Yo soy muy buen aprendiz” Como ellos.
Enhorabuena a Carlos y Eva por vuestro viaje “a vosotros mismos”
y gracias a Martín, por esta lección. Lo mejor para vosotros.