“Me
reconozco en ti y lo celebro”
Esta
frase va de corazón a corazón. Es como el saludo de los habitantes
de la selva, en la película Avatar, decían “ Te veo”, y
significa lo mismo. Indica un punto de conexión.
Durante
el desarrollo de una constelación familiar, en medio de los
silencios se dicen unas frases. Yo les llamo “frases-palanca”
porque activan el movimiento del alma, incluyendo al miembro o hecho
olvidado o provocando un acercamiento a los padres. En ese momento,
cuando se restablece el orden, si se pudiera recoger una imagen, yo
me la imagino así:
La
fuerza que genera el grupo cuando acoge lo que estaba excluido, es
savia nueva que impulsa a todo el árbol genealógico. Renueva y nos
renueva.
Este
“me reconozco en ti “ trae a la memoria ese dolor por una
injusticia vivida o un destino trágico y permite que se viva la
emoción colapsada , libera espacio y surge una serena alegría.
A
lo largo de tantas y tantas generaciones, se crean nudos de ira, de
miedo, de tristeza, de odio y mucho más. Nosotros no somos
responsables de lo que ha sucedido, sin embargo, nos puede afectar. O
lo que nos genera más incomodidad: puede estar afectando a nuestros
padres, hermanos, hijos , etc. En las constelaciones familiares se ve
que nada nos es ajeno. Muchas culturas ancestrales conocían este
fenómeno, de transmisión generacional y lo solucionaban con ritos
y ceremonias. Pero lo esencial no ha cambiado, al llegar al punto de
conexión “soy como tú” todo cede, se diluye, en un sentimiento
de Unidad, donde las frases incesantes de la mente: “ porque me
hiciste esto” “ porque me hicieron lo otro” “porque eso no lo
perdonaré en la vida” etc dejan de tener sentido. Es un momento
muy breve de la constelación familiar, muy efímero, pero constituye
en punto de inflexión que va a determinar si la persona que expone
su situación o su drama, al ser capaz de captarlo, ampliará su
mirada y ensanchará su corazón. ¿Porqué sucede así? Porque en
ese efímero instante, lo llenamos de Presencia, que si la sabemos
mantener, si logramos vivir el Presente, el barullo de la mente cesa
y atendemos lo que la vida nos da. Dejamos de focalizar en las
carencias y pasamos a ver otra dimensión más generosa que nos
acoge.
Ahora
que comienza un nuevo curso escolar, con la fuerza del sol del verano
todavía en nuestra retina, en Encuentrosconconciencia seguimos
apostando por el Orden de los sistemas familiares. Compartimos la
frase de Rumi : “Quizás estés buscando en las ramas lo que está
en las raíces”
Te
acompañamos en tu trayecto. Pronto de nuevo en Pamplona.
Feliz
otoño.