Las
sesiones de Coaching prenatal que realizamos en Encuentros
con conciencia, tienen como objetivo principal, dar seguridad a las
madres durante todo el embarazo. Seguridad en sí mismas de que están
haciendo lo que tienen que hacer y en el momento adecuado: aquí y
ahora.
Investigaciones
recientes han puesto de manifiesto que situaciones estresantes
vividas por las madres, afectan directamente al futuro bebé, ya que
el cortisol (hormona que se segrega con el estrés) atraviesa
la placenta e incide en su futuro desarrollo causando problemas (lo
podéis ver en el documental de Redes, de Punset: Educación
emocional desde el útero materno)
Una
madre segura y confiada, se protege del estrés generado por sus
miedos (conocidos: carencias económicas, etc y desconocidos:
evolución del embarazo, parto, etc.)
Nosotros,
la acompañamos durante todo el proceso de gestación teniendo como
meta llegar a término con el embarazo tomando consciencia de
que el ser que va a nacer ya está con ella y se puede comunicar con
él. Así, el vínculo con el niño se refuerza, dando
sentido al propio devenir de la madre, que de pronto, se siente
portadora de algo valioso, cuando, muchas veces, los embarazos los
llegan a vivir como “un problema añadido” a otros que ya
tienen...
¿En
qué consiste esta comunicación? Obviamente no es a través de
palabras directas del bebé, que no habla. Sin embargo, las madres
llegan a verbalizar las sensaciones de haber estado en conexión con
su hijo/a. Dicha conexión se hace a través de una relajación
acompañada de una visualización dirigida. La madre se imagina
al niño, su cuerpo y su rostro. Después le pregunta cosas, escucha
su cuerpo y siente que no hay motivo de preocupación, ya que el
bienestar del hijo o de la hija, lo puede vivenciar ella misma. Esta
certeza se queda con ella.
En
el noveno mes, se visualiza el parto, donde también se ve al padre y
se termina con un gran agradecimiento a ellos, por haber dicho Sí a
su nacimiento.
La
madre, con cada sesión de Coaching prenatal, se ve empoderada y no
sólo con fuerzas para seguir con su embarazo, sino también
con la ilusión y las ganas de disfrutarlo, dejando muy lejos el
estrés y el riesgo que éste conlleva.
A
los niños y niñas que han nacido después de haber establecido la
comunicación prenatal con sus padres y nosotros, algunos ya
crecidos, les mandamos un AGRADECIMIENTO y abrazo grande por habernos
transmitido tanta sabiduría.
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