Con el otoño comenzamos un nuevo calendario formativo. Lo estrenamos hace unos días con un grupo implicado en los cuidados sociosanitarios. La sala donde impartíamos el curso ponía fuera "taller de reciclaje"
Muy acertado el nombre, pues se trataba, efectivamente, de un reciclaje a fondo de creencias, sentimientos, comportamientos,... una puesta a punto de nuestro" vehículo completo", para cuidar mejor la parte física, psíquica y la emocional.
Muy acertado el nombre, pues se trataba, efectivamente, de un reciclaje a fondo de creencias, sentimientos, comportamientos,... una puesta a punto de nuestro" vehículo completo", para cuidar mejor la parte física, psíquica y la emocional.
Estuvimos un total de diez horas y fue todo muy intenso, pues los participantes mostraban mucho interés en esto de aprovechar al máximo los recursos propios.
Una de las dinámicas más novedosas fue la de "los depósitos de gasolina". Se trataba de supervisar cuánto nos dedicamos a los demás, cuánto recibimos de ellos, y cuánto nos damos a nosotros mismos. Imposible hacer trampa, pues la "reserva de gasolina" (que equivale a las dolencias psicosomáticas que padecemos: dolores de cabeza, musculares, vértigos, etc.) indicaba cuánto nos dejamos de lado y no nos atendemos a nosotros mismos. Como dice Fidel Delgado, "después de dar de sí hay que saber dar de no". osea, cuidarnos para poder cuidar.
También realizamos el "círculo de la vida", una auténtica metáfora actuacional de cómo tomamos lo que la vida nos da, cómo lo soltamos, y entre medio, qué hacemos con ello. Aquí están la mayoría de los asistentes al final del curso, con el reciclaje terminado...
Enhorabuena a todos!
Enhorabuena a todos!
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