Algunas personas, más de las que
lo cuentan, han tenido experiencias cercanas a la muerte. Han
permanecido horas, días o incluso meses en estados de coma. Después se
recuperaron y volvieron a vivir. Otro comienzo desde otra perspectiva, para los
más afortunados.
Existe mucho movimiento alrededor
de este tema, ya que nos intriga: ¿dónde estamos? y ¿qué sucede durante ese
período de tiempo? Cuando el cuerpo no funciona y hay que mantener las
constantes vitales de manera artificial, ¿porqué se decide volver a vivir?, ¿quién
lo decide?
Emilio Carrillo ha tenido una de
esas experiencias. A partir de entonces no ha dejado de proclamar un montón de
buenas noticias. Las explica utilizando un símil, pues es difícil hablar de la
realidad intangible. Y se refiere al conductor – nuestro ser esencial- y al coche – la parte física, psíquica y
emocional -. Mientras el coche no está operativo, el conductor se vuelve
lúcido. En esa lucidez, surge la oportunidad de recordar conscientemente
quienes somos, cual es nuestra misión, cómo encajan todos nuestros actos en una
perfecta armonía… y caemos en la cuenta de que no existe el error, ni la culpa, ni la muerte…
sólo la certeza de que todo estuvo bien y todo es Vida.
El año pasado, se dieron una
serie de sincronicidades en Encuentros con conciencia , y pudimos conocer personalmente
a Emilio. Fue en Sevilla ,en septiembre. Pasamos calor, eso sí. Después nos
enteramos que ese mes es el más caluroso del año. Dicen que hace “el calor del
membrillo” ya que es tan aplastante, que los membrillos terminan de madurar y se
caen solos del árbol. Y nosotros allí. Bueno, ya lo sabemos. Salvando la anécdota,
fue un estupendo viaje. Ahora seguimos a Emilio a través de su blog y cuando se
deja ver por Galicia.
Las buenas nuevas están aquí, en
un reciente Congreso en Albacete, las explica él mismo:
Muchas gracias a ti, Emilio y
también a todos los que hacen posible estas conferencias magistrales, del
recuerdo de lo que somos.
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