domingo, 3 de abril de 2016

Actos simbólicos y terapia

Desde que Milton Erickson tuvo la genial idea de utilizar su creatividad en el campo de la terapia, se ha abierto un nuevo paradigma de la mente humana, lleno de posibilidades. Con él se incluyó  el poder del inconsciente como el recurso por excelencia de las terapias eficaces. Después de tratar a sus clientes, Erickson les prescribía un acto simbólico que representaba el problema y la solución al mismo tiempo. Así, se consigue dar la orden al inconsciente para liberar la memoria que origina el bloqueo emocional. Todo un arte.

Pero el más conocido por la prescripción de sus actos psicomágicos es, sin duda, Alejandro Jodorowsky. Su creatividad desbordante desconcierta tanto, que no todos le siguen. Yo misma reconozco que me vería incapaz de llevar a cabo alguna de sus indicaciones. En su libro “Manual de psicomagia” ed. Siruela, podréis verlas (los actos más rocambolescos, evocan risa)

Acabo de realizar un curso sobre el tema con Jean Guillaume Salles, de la Escuela Francesa de Descodificación Biológica, más moderado que Jodorowsky, pero igual de eficaz. Fui con mis amigas y estupendas psicólogas Lourdes Mateo y Gaztelu Lus. Intenso fin de semana. El curso era teórico y práctico, con lo cual tuvimos la oportunidad de experimentar el efecto de los actos simbólicos por nosotras mismas. A mí lo que más me impactó, una vez más, fue constatar cómo funciona nuestro inconsciente colectivo, las sincronicidades, la Unidad…cómo de manera inexorable, lo pidamos  o no, está de nuestro lado…

En el fondo, los bloqueos, una vez que se ven y se averigua cómo se hicieron, la clave para deshacerlos es integrar el hecho causante, como una pequeña pieza de un gran puzzle, sin la cual éste no estaría nunca completo. En constelaciones familiares se llama Asentir al Destino.
Es igual que la belleza de las rosas. El hecho de contemplarla, incluye ver las espinas de sus tallos y el riesgo de pincharse con ellas. Si no tuvieran espinas, no serían rosas…

Aceptar, asentir, es parte de nuestra historia de estar vivos. Atreverse a realizar un acto simbólico es decretar: Ahora me libero y construyo mi propia vida.
Enhorabuena a todas y todos los que os habéis atrevido a realizarlo. Vuestro movimiento abre conciencias.

Muchas gracias también a Jean Guillaume por su profesionalidad y coherencia personal (lo mejor) Os pasamos su enlace por si queréis conocer su trabajo.

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